25 de mayo de 2010

Agujero de gusano

Un puente de Einstein-Rosen, más conocido como “agujero de gusano”, es un hipotético túnelcósmico o atajo a través del espacio-tiempo, descrito como soluciones para las ecuaciones de Einstein en la teoría general de la relatividad cuando se aplican a los agujeros negros. Aunque todavía no se han observado evidencias de su existencia, teóricamente están constituidos por, al menos, dos extremos, conectados por una garganta, a través del cual viajaría la materia, si éste pudiese ser atravesado.

El término agujero de gusano fue acuñado por el físico John Wheeler en 1957 (también acuñó los término “agujero negro” y “espuma cuántica”), como analogía para explicar dicho fenómeno, en el que un gusano que quisiese llegar al otro extremo de una manzana atajaría atravesándola, en vez de rodearla por su superficie. Sin embargo, Ludwig Flamm inició su estudio en 1916, como posible solución a las ecuaciones de Einstein para los agujeros negros de Schwarzschild, conocido ahora como agujero blanco, que se encuentra conectado a la entrada del agujero negro por un conducto de espacio-tiempo. La “entrada” del agujero negro y la “salida” del agujero blanco podrían estar en diferentes partes del mismo universo o en diferentes universos.
Albert Einstein y Nathan Rosen retomaron dicha teoría seriamente, en su intento de eliminar las singularidades de la física (puntos donde matemáticamente las cantidades se vuelven infinitas) para explicar las partículas fundamentales, tales como electrones, en términos de túneles de espacio-tiempo unidos por líneas de fuerza eléctricas.

Creación de Agujeros de Gusano
Michael Morris, Kip Thorne, y Uri Yertsever (MTY) del Instituto de Tecnología en California idearon una forma de crear agujeros de gusano mediante el vacío cuántico. A escala cuántica, el espacio-tiempo esta formado por continua fluctuaciones que aparecen y desaparecen constantemente, que constituirían los ultra pequeños agujeros de gusano. Su idea es expandir uno de esos pequeños agujeros hasta un tamaño macroscópico añadiéndole energía, estabilizarlo utilizando el efecto Casimir, y transportar las entradas a regiones bastamente separadas en el espacio para proporcionar una forma de comunicación y permitir así viajes más rápidos que la luz.
En 2005, el físico Amos Ori ideó un agujero de gusano que permitía viajar en el tiempo, sin requerir materia exótica y satisfaciendo todas las condiciones energéticas. La estabilidad de esta solución es incierta, por lo que sigue sin estar claro si se requeriría una precisión infinita para que se formase y permitiese el viaje en el tiempo, y también si los efectos cuánticos protegerían la secuencia cronológica del tiempo en este caso.



Un grupo de matemáticos de la Universidad de Rochester han ideado una forma de crear agujeros de gusano electromagnéticos, capaz de hacer electromagnéticamente invisible a un objeto observado desde el exterior del túnel hasta que emerja desde el otro lado. Este fenómeno tendría como una de sus aplicaciones el poder curvar la luz, haciendo invisible cualquier objeto. De hecho, cuando la luz es curvada en torno a una superficie, la superficie en si misma se hace invisible.
David Hochberg y Thomas Kephart de la Universidad Vandebilt han descubierto que, en los primeros instantes del Universo, la propia gravedad puede haber dado lugar a regiones de energía negativa en las cuales pueden haberse formado agujeros de gusano auto-estabilizados. Dichos agujeros, creados durante el Big Bang, pueden permanecer aún hoy en día, sirviendo de unión entre partes del universo, y permitiendo los viajes interestelares...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Su opinión es bienvenida para los autores.