11 de noviembre de 2013

El sistema

Por Eduardo Galeano.
No se agota en la lista de torturados, asesinados y desaparecidos la denuncia de los crimines de una dictadura . La maquina te amaestra para el egoísmo y y la mentira. La solidaridad es un delito. Para salvarse, enseña la maquina, tenes que hacerte hipócrita y jodedor. Quien esta noche te besa mañana te venderá. Cada gauchada genera venganza. Si decís lo que pensas, te revientan; y nadie merece el riesgo. ¿ no desea el obrero desocupado ocupar su puesto? ¿ No es el prójimo un competidor y un enemigo? Hace poco, en Montevideo, un gurí pidió a su madre que lo llevase de vuelta al sanatorio, porque quería desnacer. Sin una gota de sangre, sin una lagrima siquiera, se ejecuta la cotidiana matanza de lo mejor que cada uno tiene dentro de si. Victoria de la maquina: la gente tiene miedo de hablar y de mirarse. Que nadie se encuentre con nadie. Cuando alguien te mira y te sostiene la mirada, pensás "me va a joder". El gerente dice al empleado, que era su amigo: - Te tuve que denunciar. Pidieron las lista. Había que dar algún nombre. Perdóname, si podes. De cada treinta uruguayos, uno tiene la función de vigilar, perseguir, castigar a los demás. No hay trabajo fuera de los cuarteles y las comisarias; y en todo caso, para conservar el empleo es imprescindible el certificado de fe democrática que extiende la policía. Se exige a los estudiantes que denuncien a sus compañeros, se exhorta a los niños a denunciar a sus maestros. En la Argentina, la televisión pregunta: "¿ Sabe usted lo que esta haciendo su hijo en este momento?" ¿Porque no figura en la crónica roja el asesinato del alma por envenenamiento?

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